Paco Torreblanca es considerado por muchos como el "agitador" de la pastelería en la alta cocina.
Paco Torreblanca es considerado por muchos como el "agitador" de la pastelería en la alta cocina. Nacido en 1951 en Villena en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana), con tan solo 13 años tuvo la suerte de viajar a París, en aquellos días en los que España aún sufría el aislamiento internacional. Su vocación le había quedado clara a su padre, quien decidió enviarlo allí para formarse con un amigo de la familia, Jean Millet. Y su estadía en la Ciudad de la Luz finalmente duró 13 años.
Pero llegó el momento de volver a su tierra alicantina donde, en la localidad de Elda y junto a su mujer Chelo, fundó su pastelería. Eligieron un nombre que reflejaba las grandes esperanzas que tenían para su nueva empresa: Totel, una transcripción de una palabra japonesa (sugerida por un amigo japonés) que significa "la luz de algo nuevo". Siempre tuvo claras las líneas principales de su obra. Entre otros, quería diseñar el sabor del chocolate. Le fascinan las posibilidades de mezclar el cacao con especias de todo el mundo, o con ingredientes de la dieta mediterránea. También ha estudiado y experimentado con el uso de aceite de oliva virgen extra en sustitución de la manteca de cacao, creando chocolates con una suavidad asombrosa.
Paco Torreblanca busca el equilibrio no solo en el sabor sino también en las texturas de los diferentes elementos que intervienen, con combinaciones de suave, esponjoso, crujiente y otros, para sorprender y estimular el paladar. Cuando se le pregunta por el secreto de un dulce perfecto, Torreblanca no duda. “Siempre la materia prima. Me han llamado creador de estética, pero prefiero crear sabor. La apariencia es ciertamente importante, pero lo que realmente cuenta es el sabor”.
Uno de sus últimos esfuerzos es reducir el contenido de azúcar en sus creaciones. “Siempre hay un toque de dulzura, pero nos interesa especialmente resaltar los aromas, sabores e incluso cualquier elemento salado. Pero sin olvidar nuestro punto de partida”.
En 2006 abrió su primera tienda fuera de Elda, en alianza con Sergi Arola para el restaurante Paninoteca D'E. El acuerdo llegó a su fin después de dos años, cuando Torreblanca decidió centrar sus energías en montar tiendas propias en varias ciudades españolas. El primero se inauguró a finales de diciembre de 2008 en Alicante.
Los hijos de Torreblanca trabajan en estrecha colaboración con su padre: David está en ventas y Jacob está al frente de la pastelería después de ganar el Campeonato de España y de Europa a una edad incluso más temprana que su padre. De su padre han heredado la honestidad y el gusto por correr riesgos. Pero sus hijos no son los únicos que aprenden de Paco Torreblanca. El maestro pastelero y chocolatero ha puesto en marcha una escuela en las instalaciones de Totel, donde cada año diez afortunados candidatos pueden trabajar junto a él, aprendiendo todo lo que puede enseñarles sobre el oficio de maestro pastelero. Y adoptando para ellos su lema, "Los postres deben ser lo que alguna vez fueron: un gran final para una comida maravillosa".
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