La historia de juticalpa por Raul Murillo

     Fotos del escritor

    Correcciones: Omar Sotto

   Escritor: Raul Murillo

  Gastronomía actual de mi ciudad Juticalpa

En el siglo XIX, debido a las convulsiones políticas y sociales,

miembros de la familia Valdez decidieron huir de sus tierras en España. 

Con muchas ilusiones cruzaron el Atlántico en un viejo barco, llegando 

a la costa norte de Honduras. Con lo poco de dinero que les quedaba,

compraron unos cuantos caballos, mulas y se internaron en las 

montañas. Pensaban encontrar algo qué comer, pero no tenían

habilidades de cazadores. Cuando ya desmayaban por el hambre, 

observaron una casa en medio de la espesura de la montaña. Bajaron 

de sus cabalgaduras y saludaron a sus ocupantes.

— ¡Buenas tardes, sus mercedes!

— ¡Buenas tardes les dé Dios! ¡Sean bienvenidos a su casa!

—¡Venimos de largas tierras y no hemos comido por mucho tiempo! ¿Vuestras

mercedes podrían apaciguar nuestros estómagos con una vianda? Podemos 

pagarles cuatro reales.

—¡Caballeros y damas de lejanas tierras, lo único que poseemos es “Pescado 

de Cerro”

—¡No habléis más, buena gente, servidnos, nosotros os agradecemos!

Con apetito degustaron aquel manjar y después de alabar las manos de quienes 

prepararon el banquete, pagaron dos Reales más. Cuando se marcharon y luego 

de ascender una pendiente, algo en el techo de la casa les llamó la atención: 

largas y anchas pieles de serpientes se secaban al sol. Exclamaron al unísono:

—¡“Pescado de Cerro”!

Mi madre Felicita De los Santos Valdez, nos contaba en Semana Santa, esta 

historia, de nuestros ascendientes. En esos días, las familias hondureñas

compran un pescado secado al sol y preparan una suculenta sopa. Como no 

alcanzaba para comprarlo, ella preparaba fracciones de repollo cocido. Con 

huevos batidos, los cubría, luego freía y posteriormente los colocaba en una olla 

burbujeante con una aromática sopa.

—¡“Pescado de Cerro”! - Decíamos al descubrir las fracciones de repollo cocido.

Fisiológicamente, comer es una de las necesidades del hombre, pero la 

gastronomía nos habla también de la cultura de la región o nación a la que

pertenece. Aunque nos provee sabores gratos y platos únicos, puede mostrarnos

de forma indirecta, costumbres, estilo de vida, antigüedad, aprovechamiento de 

los recursos locales, los avances de las regiones, aspectos como el mestizaje y 

la evolución cultural.

Juticalpa es la cabecera del departamento de Olancho, en la región oriental de 

la república de Honduras. Fue fundado como pueblo en 1530 y recibió el nombre

de ciudad el 16 de junio de 1835, tiene una población de 188,267 habitantes.

La gastronomía refleja la influencia de la comida española, tan rica en vegetales

y especias. Es evidente e indica procesos de intercambios culturales y ha sido 

heredada de generación a generación. Las habilidades más referentes de las 

mujeres, es su destreza en la preparación del considerado el mejor plato del país

“El Tapado Olanchano” qué incluye: carne salada de res, costilla de cerdo, tajo 

de cerdo, chorizos barbacoa, yuca, plátano maduro, banano verde, papa, leche 

de coco, tomate, cebolla amarilla, chile verde, dientes de ajo, cilantro, agua,

conchas de plátano para cubrir el perol (De allí el nombre “Tapado 

Olanchano”) Este plato ha tenido el poder, para atraer al turismo nacional; hay 

muchísimas personas que deciden viajar, realizando varias horas en carretera,

para saborearlo. La gastronomía en Juticalpa ha sido importante desde el punto 

de vista de la salud. Los ingredientes son cosechados de forma natural en la 

huerta familiar, en los propios cultivos de sus propiedades o adquiridos en el 

Mercado Municipal o la Feria del Agricultor. La abundante producción de granos 

básicos, han catalogado la región como el granero de Centroamérica, los árboles

frutales han dado abundantes producciones para enriquecer el menú

Juticalpense. Ha sido común y característica: la longevidad en sus habitantes.

Muchos han sobrepasado el siglo.

Si embargo, paulatinamente los modelos económicos y políticos, han traído

como consecuencia la proliferación de variadas opciones de comidas rápidas,

ajenas a nuestra idiosincrasia. Estas franquicias y los supermercados, publicitan 

por los medios televisivos y redes sociales, productos con alto contenido en 

Gluten, carbohidratos, grasas, azucares, preservantes. Así como es de rápida

esta comida, así es la aparición de la obesidad, la presión alta, la diabetes, otras 

enfermedades y, por ende, la muerte prematura, relacionada con la falta de una 

dieta nutritiva y balanceada. Por lo tanto, mi próximo proyecto literario, es una 

obra basada en la saludable gastronomía ancestral de mi ciudad y nación, 

buscando enriquecer la mente de la nueva generación, preservar el delicioso arte

culinario autóctono y sobre todo, la salud.de los amados Juticalpenses.